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domingo, 14 de febrero de 2016

70 trucos para sacarle brillo a tu novela de Gabriella Campbell.

El otro día rebuscando por amazon tuve la fortuna de toparme con esta maravilla y encima gratis (Ahora está a 2,99 y después de leerlo me parece una ganga), por lo que no pude resistirme a hacerme con ella, ya que cualquiera que me haya leído sabrá de sobra lo mucho que necesito un buen manual de estilo y de ortografía.

La autora nos aconseja desde su experiencia y de una forma muy amena, la manera de mejorar nuestros textos sin morir por ello en el intento.

A simple vista algunos de sus consejos pueden parecer obvios, pero no por ello menos interesantes, pero en general, todos y cada uno son una excelente ayuda para cualquier escritor, tanto aficionado como profesional, que sea encuentre en la difícil tesitura de tener que corregir su obra.

Para animaros a que os hagáis con este magnífico compendio, voy a haceros un pequeño resumen de algunos de los consejos que podréis leer en él.

Ser simples --> Pues eso mismo. Debemos evitar los rodeos y las oraciones demasiado complejas que solo consiguen trabar el ritmo de la narración. Tampoco estaría mal que nos quitáramos de la cabeza el complejo de frases cortas y sencillas igual a una prosa pobre. Al final el lector siempre agradece la simplicidad antes que la pomposidad.

El uso de la tilde en exclamativos e interrogativos --> Aquí la autora nos deja dos trucos muy sencillos para no equivocarnos más a la hora de usar el cómo/como y el dónde/donde. En el caso del  cómo/como, si podemos sustituirlo por un que sin alterar el significado de la frase, en ese caso no llevará tilde. Ahora bien, si vemos que funciona mejor con de qué manera, estamos ante un interrogativo o exclamativo y llevará tilde. Para descubrir el truco del dónde/donde, os apremio a que visitéis la web de la autora(a final de la página pondré el enlace) o bien compréis el libro.

La regla de tres --> Para darle más naturalidad y credibilidad a nuestros diálogos, podemos hacer uso de esta sencilla regla. Solo tenemos que asegurarnos de meter una acotación cada tres participaciones, más o menos. De esta forma nuestros diálogos ganarán en fluidez y el lector lo agradecerá.

Nuestros personajes no viven solo de la vista --> El uso de lo que captan nuestros otros sentidos, oído, olfato, tacto, le da otra dimensión a nuestras descripciones, consiguiendo de esa manera crear una escena más vivida. Pero ojo, tampoco es algo con lo que debamos agobiar a nuestros lectores.

El uso de las metáforas --> Para empezar no es bueno abusar de ellas ni de los símiles o comparaciones. En ambos casos corremos el riesgo de aburrir al lector y perder su atención. Pero cuando las empleemos, habrá que tener en cuenta que el lector medio ya esta aburrido de leer expresiones típicas como, "Tus ojos son dos luceros", "El tiempo es oro" etc. Por ser originales tampoco debemos emplear metáforas que suenen muy bien, pero que carezcan de sentido.

Hacer uso de la tijera --> Todo borrador de cualquiera novela debe de sufrir en algún momento un buen tijeretazo. Ya sea a causa de un exceso de información que no aporte nada a la trama, o bien por que tengamos la sensación de que se nos ha quedado un texto demasiado simple y carente de detalles. El primer caso es sencillo de mejorar, cualquier escena que no sea de utilidad hay que borrarla. Quizás lo complicado sea darse cuenta de que esa escena carece de importancia. En el segundo caso, siempre que el problema sea un vocabulario escaso y repetitivo, podremos hacer uso del diccionario para enriquecer el texto.

Los personajes secundarios --> Todo personaje secundario debe de ser escrito con un propósito claro y definido. Un personaje que solo existe para hacer bulto en la historia o para servirle de compañía a nuestro protagonista para que este no se aburra, nos sobra.


La magia de lo inesperado --> Mientras revisamos nuestro texto, Gabriella Campbell nos recomienda que antes o después de las escenas importantes, nos preguntemos que esperaría el lector que sucediese en ese instante. Si hemos actuado de esa forma, tal vez deberíamos pensar en realizar algún cambio. Pero nunca y repito el nunca, debemos dar un giro con el que nuestra novela pierda su coherencia. Citando textualmente el consejo de Gabriella "El más famoso, tal vez, sea el deus ex machina, ese dios fuera de la máquina, ese superhéroe que aparece de repente para salvar al protagonista de una muerte segura." Un giro inesperado debe de estar muy trabajado y debemos de llevarlo a cabo de una forma muy sutil. Lo ideal es ir dejando pequeñas pistas que por sí solas no le digan nada al lector, pero llegado el momento sea capaz de atar cabos por sí mismo.

Opiniones personales --> Esto es algo que no interesa al lector. Da igual cual sea tu posición política o tu opinión respecto a la iglesia o la sociedad en la que vivimos, si quieres escribir de ello lo mejor es que te pases al género de no ficción.

Ojo con el final --> Hay que tener mucho cuidado de no cabrear al lector o este no nos volverá a leer. No hay nada menos orgásmico que un final incoherente, ya sea por ser demasiado complicado o incluso estúpido, por dejar cabos sueltos que no cierran la trama principal de la historia, o por terminar con un cliffhanger sin sentido. Tampoco ayuda a mejorar el final de la historia que el ritmo de este sea demasiado acelerado o demasiado lento.  

Como lo prometido es deuda, os dejo el enlace a la web de la autora para que podáis seguirla, y ya de paso un enlace a amazon por si os animáis a comprar esta recomendable guía.




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