La espada de occidente, una pequeña obra maestra de la acción.

SINOPSIS:

«Compadezco a la nación que entre en guerra con los japoneses, porque viendo de lo que son capaces contra su propio pueblo, no puedo imaginar qué crueldades llevarán a cabo contra un enemigo extranjero».

Johan van Evers fue tratado como un extranjero desde que nació. Mitad holandés, mitad español y sin una tierra a la que llamar patria se une como mercenario a la Compañía de las Indias Orientales, que comercia en Japón.

Son tiempos de expansión diplomática y comercial. A pesar de ello, la peculiar forma de batirse de Johan y su carácter levantisco, forjado al servicio de los tercios, le harán llamar la atención de no pocos samuráis que querrán poner a prueba el estilo de la Verdadera Destreza.

El estilo de la espada de occidente.

Primero de todo, me gustaría agradecer a la gente de la editorial Ronin Literario(Aquí podéis entrar en su web y disfrutar de su magnífico catalogo) por enviarnos de forma desinteresada un ejemplar digital de esta novela. He disfrutado mucho de esta lectura y espero que tenga muy buena acogida entre el público.

La historia nos sitúa en un Japón convulso durante el siglo XVII. El shogunato no termina de fiarse de unos cristianos que además de comercio han traído predicadores que recorren su país. Por cierto recelo a una posible invasión europea, los dirigentes nipones deciden cerrar sus fronteras al resto de naciones occidentales, con la única excepción de los holandeses de la Compañía de las Indias Orientales, y siempre que se mantengan solo en la ciudad de Nagasaki.

Allí en Nagasaki es donde encontramos a Johan Van Evers, protagonista de este relato. Un soldado mitad español y mitad holandés, que por diversas circunstancias se ha visto obligado a abandonar sus dos patrias y ha terminado en tierras japonesas como espada a sueldo de la Compañía de las Indias Orientales. Pero si Johan esperaba encontrar algo de paz en tierras niponas se equivocaba. Solo su presencia ya es un insulto para la mayoría de los japoneses, bastante xenófobos en ese momento, pero es que además la actitud chulesca de Johan tampoco le ayudará a granjearse demasiadas amistades. Precisamente debido a su forma de ser, Johan terminará ofendiendo a un samurái, al que gracias a su habilidad derrotará con facilidad. Esa destreza con la espada y su peculiar estilo de lucha, atraerá las miradas de altos cargos del shogunato, que querrán verle pelear en directo. El estilo de lucha de Johan no les decepcionará y tras salir victorioso de los diferentes retos que se le planteen, terminará enrolado en una guerra interna contra un grupo de rebeldes japoneses que han abrazado el cristianismo.

A partir de ese instante nuestra protagonista se encontrará en mitad de una guerra en la que no quiere pelear y rodeado de enemigos por todas partes. Descubrir si Johan se las apañará para salir de esta, ya es cosa vuestra.

Al ser esta una novela corta, el ritmo narrativo es de vital importancia, ya que no se puede permitir perder el tiempo, ni tampoco arrancar la moto de salida y dejarse atrás al lector. Y en este caso Carlos Jobani, el autor de la novela, nos ofrece una experiencia muy gratificante en este aspecto. Tanto el ritmo narrativo como la prosa empleadas son muy amenos, lo que unidos a la interesante trama hacen que nos enganchemos a esta historia desde el primer momento. De notable alto en este apartado.

Para terminar solo nos queda hablar de los personajes. Tenemos a Johan Van Evers como gran protagonista de la historia. Su forma de ser y modo de actuar, en contraste con la herméticae cultura japonesa que le rodean, consiguen que desde el primer momento el lector empatice con él. No solo en el aspecto cultural es más cercano a nosotros, sino que además en Johan, a pesar de ser un soldado profesional, se ve mucha más humanidad y civismo. El resto de personajes cumplen muy bien su función en la historia, si tuviera que destacar a uno, sería a uno de los amigos de Johan, que como él, sufre el dolor de haber nacido entre dos mundos en guerra.

COSAS QUE ME HAN GUSTADO:

Ø    Para alguien al que le encanta la buena acción, como es mi caso, disfrutará como un enano con las escenas de lucha que vemos en esta historia. Muy bien narradas y repletas de coherencia.

Ø    El personaje protagonista. Tiene todo lo necesario para conquistar al lector, buen corazón, un toque de chulería y una visión del mundo muy acorde con la trama. Imposible no empatizar con él.

Ø    Lo bien plasmado que está el contraste entre el mundo oriental y occidental. Las diferencias entre ambos mundos en aquella época eran abismales, en ciertos aspectos lo siguen siendo, y Carlos Jobani nos lo presenta con mucho tino gracias a una ambientación muy cuidada y trabajada.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

Ø    Al ser una obra tan corta creo que le falta algo más de profundidad para que podamos apreciar bien del todo el trasfondo que acompaña a la historia. No es nada grave ni mucho menos y en ningún caso afecta a la calidad de la obra.

Ø    Más que una pega, esto es un deseo, ojala la trama hubiera tenido un centenar más de páginas. Al final me ha sabido a poco, por lo que espero y deseo que Carlos Jobani nos traiga alguna aventura más de Johan.

CONCLUSIÓN:

La espada de occidente es una novela corta que contiene todo lo necesario para una vez terminada dejar al lector con un gran sabor de boca. Empezaría por alabar a su gran protagonista, un soldado que es algo más que un guerrero con una espada y con el que empatizaremos desde el primer momento. Además, tanto la trama, como la prosa empleada y el ritmo narrativo están cuidados hasta el último detalle. Si encima aderezamos esta obra con unas grandes escenas de acción y una ambientación soberbia, el resultado es más que satisfactorio. ¿Recomendable? Yo diría que sí y lo recomendaría a todo el público en general, ya que se lee en dos ratos y la experiencia merece mucho la pena.

PUNTUACIÓN: 8 sobre 10.