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sábado, 12 de marzo de 2016

La mano izquierda de la oscuridad, una historia con dos caras.

SINOPSIS:

«Escribiré mi informe como si contara una historia, pues me enseñaron siendo niño que la verdad nace de la imaginación.» Así comienza su relato Genly Ai, enviado al planeta Gueden, también llamado Invierno por su gélido clima, con el propósito de contactar con sus habitantes y proponerles unirse a la liga de planetas conocida como el Ecumen. Los guedenianos tienen una particularidad que los hace únicos: son hermafroditas, y adoptan uno u otro sexo exclusivamente en la época de celo, denominada kémmer. En Invierno, Ai conoce a Estraven, un alto cargo que le mostrará cuán diferente puede llegar a ser una sociedad donde no existe una diferenciación sexual.





Una vez más me enfrento a un multi premiado libro de ciencia ficción que termina por decepcionarme. Supongo que por pura estadística algún día estaré de acuerdo con los jueces de los premios, Nébula, Hugo etc...pero hoy no va a ser ese día.

Antes de nada quiero dejar claro que bien podríamos separar esta novela en dos partes. La primera de ellas la parte aburrida y carente de emociones que es más que prescindible, donde deberemos de armarnos de paciencia si queremos terminar el libro. Y una segunda parte donde por fin los personajes actúan y les suceden cosas, y en la que podremos disfrutar de la amistad que surge entre los dos protagonistas.

De la primera parte tampoco hay mucho que contar, bueno salvo que seas la señora Le Guin y emplees 150 páginas en no decir nada. Genly Ai como embajador del Ecumen (una especia de organización interplanetaria que abarca a la humanidad) debe de convencer a la gente de Invierno para que estos formen lazos con el resto de la humanidad. Pero cuando su objetivo está próximo y por fin va a poder entrevistarse con el Rey de Karhide(uno de los varios países que forman este planeta), su único apoyo en el gobierno, Estraven, es acusado de alta traición y con ello ve desaparecer todas sus esperanzas.

Harto de esperar, Genly Ai decide visitar el cercano país de Orgota, cuya política y forma de actuar de la gente recuerda muy mucho a un país del antiguo telón de acero. Allí se reencontrará con un Estraven en el que a pesar de su apoyo nunca terminó de confiar. Tras un gran recibimiento inicial por parte de las autoridades del lugar, pronto descubrirá que es usado como instrumento político. Desoyendo el consejo de Straven para que actúe antes de que sea demasiado tarde, Genly Ai será apresado y enviado a un campo de trabajo en una de las zonas más desoladas del planeta.

A partir de este momento es cuando la historia comienza a ganar interés hasta convertirse en un buen relato de amistad y supervivencia. Estraven acudirá en ayuda de Genly Ain y tras sacarle del campo de trabajo donde estaba recluido, se verán obligados a emprender un viaje muy peligroso de más de mil kilómetros en plena estación de invierno, por la zona más inhóspita de un planeta que casi en su totalidad está congelado, hasta alcanzar Karhide de nuevo.

Como termina esta última parte es algo que deberéis averiguar por vosotros mismos si que sois capaces de salir vivos de la primera parte de la novela.
La historia comienza muy lenta, demasiado, hasta el punto de volverse en verdad muy pesada. La autora elige el camino más largo siempre para poder alcanzar sus objetivos, recargando en exceso la prosa de la narración e incrementando la sensación de pesadez que nos embarga. Por fortuna en la segunda parte del libro todo discurre de una forma mucho más ágil y amena.

Como en todo en esta historia los personajes tienen dos caras. La primera de ellas es plana, muy plana y carente de emociones. Todos ellos parecen más máquinas que seres humanos. En la segunda mitad del libro los dos personajes protagonistas nos abren sus almas y por primera vez podremos vislumbrar humanidad en ellos.


COSAS QUE ME HAN GUSTADO:

·       Hasta cierto punto me ha parecido bastante interesante el mundo tan distinto al nuestro que nos plantea Le Guin como base de su trama. Ese ser humano ambivalente, que no es hombre ni mujer y que igual que los animales sufre un periodo muy concreto de celo, consiguió enseguida atraer mi atención. Aunque por desgracia y debido al sopor pronto me vi obligado a perder el interés.
·      A partir de mitad del libro por fin el ritmo de la narración coge un poco de velocidad y podemos disfrutar de una segunda parte mucho más divertida gracias al relato de supervivencia de los dos protagonistas.

COSAS QUE NO ME HAN GUSTADO:

·       Sé que mucha gente no estará de acuerdo con mis palabras, pero no me gusta, o mejor dicho no va conmigo la forma de escribir de Le Guin. Demasiada verborrea y rodeos que al final no nos conducen a ninguna parte. Para mi gusto este libro sufre de un exceso de paja.
·       Hasta mitad de la novela esta se me ha hecho muy pesada de leer. No recordaba un libro que me hubiera costado tanto su lectura. La trama en su avance abusa de un exceso de pausa y de una falta de emoción que casi me crispó los nervios.
·    Me fue imposible empatizar con los personajes hasta que llegamos a la segunda parte de la historia. Antes de que eso suceda no encuentro nada en ellos que pueda destacar para bien y si muchos defectos bastante remarcables.

CONCLUSIÓN:

La mano izquierda de la oscuridad termina siendo una novela bastante decente, siempre y cuando seas capaz de superar el escollo que es su primera mitad. Y cuidado, que no es que estemos delante de un pequeño obstáculo precisamente. A pesar de los muchos premios recibidos en su día (una vez más sigo sin comprender el criterio de la gente que otorga los Hugo, Nébula y demás) no recomendaría su lectura salvo que seas un gran seguidor de la narrativa de Úrsula K. Le Guin.

NOTA: 5 sobre 10.

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